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Por: Yulissa Archundia

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EL 67% DE LA POBLACIÓN ENCUESTADA NO CONOCEN QUE ES EL TEMPLO MAYOR

 

A México se le reconoce como un país diverso en comida, vegetación y patrimonio cultural (pueblos mágico, zonas arqueológicas, etc.), además, somos unos de los países con más sucesos históricos vividos. Nuestros antepasados hicieron del país un lugar majestuoso en todos sus sentidos. Sin embargo, no es muy bien apreciado por los habitantes en la actualidad. Al parecer, la comunidad se ha olvidado de quiénes son, de dónde provienen y cuál es su cultura original. El Museo del Templo Mayor  es uno de los menos concurridos de la Ciudad de México (CDMX).

Las personas que más visitan  el lugar, son extranjeros que vienen a disfrutar de la  riqueza histórico/cultural que éste ofrece, por su parte, los locales brillan por su ausencia, por lo que no conocen ni su ubicación, ni su contenido.

 Es conveniente  motivar a la sociedad mexicana a  visitar el museo y hacer crecer  sus conocimientos con los maravillosos relatos, tradiciones y leyendas que ofrece el lugar, ya que detrás de este México que conocemos, tenemos una identidad y una cultura única que nos une.

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 De acuerdo con la página travelbymexico es importante resaltar que el Templo Mayor es una zona arqueológica que representa al país a nivel mundial. Para los mexicas, el Templo Mayor ocupaba el centro del universo y por esa razón no podía ser cambiado de lugar. A ello se debe que cada vez que querían agrandarlo, se construía un nuevo edificio sobre el anterior conservando las mismas características fundamentales. 

El recinto sagrado prehispánico era una gran plaza de forma cuadrada, de aproximadamente 350 x 350 metros, cuyo piso estaba formado por losas de piedra y que alojaba en su interior, de acuerdo con la obra de fray Bernardino de Sahagún, 78 edificios y lugares dedicados al culto religioso, de los cuales unos 36 se han podido detectar arqueológicamente incluyendo altares, el juego de pelota, el templo semicircular dedicado al dios Ehécatl-Quetzalcóatl, el Calmécac, uno de los edificios llamados Cuauhxicalco y el Templo del Sol, entre otros.

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 Como explica  Alejandro Alcántara, en su libro "Mexicas señores del Anáhuac", este amplio espacio, como ya se dijo, estaba separado del resto de la ciudad por una gran plataforma con escalinatas hacia ambos lados y de él partían las tres grandes calzadas que, a su vez, comunicaban la ciudad con la tierra firme: hacia el sur la de Iztapalapa, hacia el poniente la de Tlacopan (Tacuba) y hacia el norte la de Tepeyac. Los únicos que tenían acceso permanente al recinto sagrado eran los sacerdotes, guerreros, gobernantes y estudiantes del Calmécac; la gente común sólo tenía permitida la entrada durante la celebración de las fiestas cívico-religiosas, convirtiendo al recinto en un verdadero centro de convivencia masiva. 

A ello se debe que cada vez que querían agrandarlo, se construía un nuevo edificio sobre el anterior conservando las mismas características fundamentales, es decir, dos capillas en la cúspide y escalinata doble en la fachada principal. De esta manera se procedió al menos en siete ocasiones. El Templo Mayor es identificado por su herencia prehispánica.

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De acuerdo con la escritora  María del Carmen Valverde, en su libro "Los Mayas" publicado en 2002, la zona arqueológica del Templo Mayor comprende 1.2 hectáreas, predominando sin duda el edificio religioso más importante de Tenochtitlan, dedicado a Huitzilopochtli, dios solar de la guerra, y a Tláloc, el dios de la lluvia. Sin embargo, en sus inmediaciones se rescataron otras construcciones relevantes: hacia el norte tres adoratorios de menor tamaño, entre ellos un Altar Tzompantli y uno de dos templos rojos dedicados al dios Xochipilli, así como la Casa de las Águilas, de mayores proporciones; hacia el poniente, y muy cerca de donde se encuentra el museo, pueden apreciarse los vestigios parciales de la gran plataforma que limitaba al recinto sagrado de México-Tenochtitlan por sus cuatro costados. Finalmente, hacia el sur se halla el segundo de los templos rojos consagrados al dios Xochipilli, los cuales por cierto imitan el estilo arquitectónico teotihuacano.

Los únicos que tenían acceso permanente al recinto sagrado eran los sacerdotes, guerreros, gobernantes y estudiantes del Calmécac; la gente común sólo tenía permitida la entrada durante la celebración de las fiestas cívico religiosas, convirtiendo al recinto en un verdadero centro de convivencia masiva. 

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¿CONOCES EL TEMPLO MAYOR?

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Como menciona Mónica Mateos  en el periódico La jornada el 48 por ciento de los mexicanos no les interesa lo que sucede en la cultura o en las actividades de ese ámbito (teatro, danza, cine, literatura, conciertos), según documenta la Encuesta Nacional de Hábitos, Prácticas y Consumo Culturales que mandó realizar este año el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA).

Los resultados de esa evaluación hecha por la empresa privada Defoe Experts on Social Reporting (con un costo de más de 7 millones de pesos), fueron dados a conocer ayer por la presidenta del CNCA, Consuelo Sáizar, quien explicó que los datos permitirán evaluar las políticas públicas en el sector cultural, así como identificar las necesidades.

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 Ernesto Piedras, director general de la consultoría The Competitive Inteligente Unit especializada en análisis económicos de las industrias culturales, quien se encargará de explorar los números que arrojó la encuesta, que ninguna universidad habría podido financiar.

A diferencia del estudio anterior sobre los mismos temas que se realizó en 2003, cuando sólo se encuestó a 4 mil 50 personas, ahora se realizaron 32 mil entrevistas, un millar por cada estado, cara a cara con los ciudadanos, en sus domicilios, entre  el 24 de julio y el 5 de agosto de 2010, proporcionando los datos hoy en día conocidos. Los resultados expresados demuestran que la falta de formación cultural desde los años 70´s no fue fomentada por los padres de familia, la forma de educar fue a través de la mano de obra y sustento económico. Afortunadamente las generaciones han sobre valuado este tipo de enseñanza, sin embrago, no son suficientes las visitas a cada museo.

Con ayuda  del sondeo realizado el 18 de Marzo del 2017 en el Centro Histórico,  se  aplicó una encuesta a 50 personas de nacionalidad mexicanas

Como se puede observar en la gráfica número uno en la página diez; la encuesta se les aplico a 12 niños de edad de 10 a 18 años, a 12 niñas de la misma edad, a 12 mujeres de 30 a 50 años y a hombres de 30 a 50 años.  El 67% de la población encuestada no conocen que es el templo mayor, el 45% no conoce la historia del museo, ni los antecedentes del templo, el 88% de los encuestados no conocen ningún tipo de publicidad por parte del museo del Templo Mayor, por lo que no ubican las actividades empleadas dentro del museo. El  58% conoce la ubicación del museo, pero muy pocos asisten porque no les llama la atención, ya que no conocen su historia ni nacimiento de la ruinas del museo.

De acuerdo con la Antropóloga  Leticia Ruiz, la falta de participación por parte de algunos ciudadanos es por la poca difusión a nivel televisivo o escolar “No siempre se crean estrategias que vinculen los temas vistos en clase con la experiencia de visitar los museos, a nivel familiar existen otros intereses y no siempre asistir al museo es una primera opción, finalmente y aunque es necesario pagar por el acceso, las familias numerosas no tienen la posibilidad económica” aseguró.

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Dentro del entrevista realizada a al coordinador Carlos Javier Gonzáles González del museo del Templo Mayor, se obtuvo la información que el museo  era visitado por mas extranjeros que por mexicanos, un total de 64% extranjeros de Estados Unidos, Francia, China, Argentina, etc. Asisten a nuestros templos y zonas arqueológicas más majestuosas de nuestro país “Es orgullo observar a tanto extranjero admirando nuestras riquezas culturales, al observar sus rostros de asombro y de lo capaz que puede ser el ser humano”

El templo mayor es una de las tantas riquezas culturales que mantiene México. Al conocer el museo te das cuenta que no vives en cualquier país, y que nuestra cultura nos da una identidad, aunque algunos la discriminemos y deseamos optar por otras. El museo es una prueba de lo que el ser humano es capaza de hacer, ya sea referente a sus ideologías, costumbres, formas de trabajo o formas de construcción.

Es importante ayudar a fomentar las visitas a cualquier tipo de museos, mantener actualizada la historia de nuestras antepasadas, porque es lo que nos caracteriza como mexicanos. Las generaciones de ahora ya están más participativos en estas actividades, pero no es en su totalidad, es importante transmitir esta información a futuras generaciones.

 

Gráfica 1.

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Para poder entender un poco mas esta maravilla de nuestro país, lo ilustraremos con algunas fotografías e imágenes del Templo Mayor.

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Fotografía 1: Serpiente tallado en  piedra.           

Xiroro: 

Mayorhttps://www.flickr.com/photos/xiroro/34928174722/in/photolist-Vdu2t1-

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Fotografía 3: Santuario de los jaguares.

Fotografia por: Maximiliano Dobladez: https://www.flickr.com/photos/maxid/

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Fotografía 4:

Fotografia por: Gildardo Sánchez: https://www.flickr.com/photos/gildardo/

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Fotografía 5: Monolito de Tlaltecuhtli, representa la deidad de la tierra.

Fotografía por: Paola Farrera:  https://www.flickr.com/photos/paolafarrera/

 

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